Las limitaciones son múltiples. Las físicas, las más evidentes, pero no las más importantes. Los seres humanos exageramos lo que tenemos y lo que no tenemos. Aquellos que conocen sus limitaciones tienen la ventaja de buscar alternativas. Entre conocerse y controlarse, la primera opción abre más caminos. El mundo cambia porque nosotros cambiamos, y si no lo hacemos estamos condenados a repetir patrones que pueden haber sido útiles en algún momento, pero no siempre lo serán. Todos los seres humanos estamos limitados por el simple hecho de que sin haber conocido la vida en su totalidad, la muerte nos alcanza a pesar de los esfuerzos realizados. Esto no quiere decir que la vida no tiene sentido, al contrario, todo tiene sentido en la medida que tengamos objetivos.
Podemos pertenecer a muchos grupos y asumir los roles que nos asignan y nos asignamos, pero sólo cuando vemos desde afuera podemos estar seguros de que estamos en el lugar que queremos. La vida tiene muchas rutas, una de ellas es la del cambio. Sin esta posibilidad ser psicólogo no tendría sentido. Sin embargo, hay cosas que no cambian: La discapacidad es una de ellas. Paradójicamente, la discapacidad cambia vidas y transforma entornos, lo que muchos aspiran.
Ante lo desconocido sentimos miedo, pero cada cambio es un desconocimiento y una oportunidad. Tener limitaciones sólo es una desventaja cuando no somos conscientes de ellas. Cada día plantea limitaciones a los sueños y a las pasiones. La vida no es más fácil por tener los mejores recursos, sino por hacer el mejor manejo de los mismos. Estar vivos es estar obligados a jugar, aun cuando las probabilidades estén en contra, de lo contrario la vida sería tan vacía que se haría pesada. Todos somos discapacitados en alguna medida, porque la vida nos reta y nos enfrenta a situaciones difíciles.
Es difícil reconocer que la diferencia nos da miedo y eso ya nos hace discapacitados, pero todos somos diferentes. Si no partimos de ahí como psicólogos, la incertidumbre que caracteriza a nuestra disciplina nos superará. Han escuchado los testimonios de cuatro personas, conocieron los puntos de vista sobre la discapacidad dentro y fuera de la Escuela, ahora los invitamos a que asuman su postura y entiendan que el tema de este trabajo es un asunto que está en nosotros y que nos pide ser desarrollado. No hace falta que seas un experto, sólo es necesario que actúes en donde estás y en lo que hagas. El mundo no se hizo para discapacitados, pero aquí estamos nosotros: Unos discapacitados. ¿Cuál es tu discapacidad? Descúbrela y supérala, sólo para encontrar una nueva y seguir adelante.



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